Parece que se alejan los nubarrones que se cernían sobre la factoría Pratense que da empleo a 1.200 personas.

La llegada del coche eléctrico , que sin duda tiene muchas ventajas, esconde algunos inconvenientes como que el volumen de trabajadores que se precisan para construirlos es menor.
La decisión de la firma automovilística de, apostar por el motor eléctrico generó la lógica preocupación por el coste social que conllevaba.
No obstante la negociación del convenio de empresa ha ido dejando buenas noticias, para SEAT en general y para SEAT Componentes, en la que trabajan 1.200 personas, en particular.
Así ya se ha informado que esta planta situada en El Prat , que fabrica cajas de cambio para los vehículos de combustión, no se va a cerrar, todo y que estas son unas piezas que no existen en el coche eléctrico.
Seat ha asignado a la factoría Pratense la producción de cuatro piezas que serán el cojinete pívot, diferencial, BMCe y módulo de enfriamiento y está previsto asignar dos más aún por determinar, todo ello vinculado a la firma del convenio, lo que permitiría mantener el 50% de la plantilla, según un comunicado de los sindicatos.
Sumado todo ello a las previstas prejubilaciones y traslados a la factoría de batería de la multinacional en Sagunto, parece que ha devuelto la tranquilidad a un conjunto de trabajadores que, desde la llegada de la pandemia y la crisis de los semiconductores, ha hecho un gran esfuerzo personal y profesional.
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