Opinión.

Lo reconozco a mis 56 años la piscina municipal era para mí una gran desconocida.
Iba de tanto en tanto con mi familia, con mis hijos y nadábamos un rato, veía a la gente mayor y no tan mayor en los chorros de agua, en la sauna, en las burbujas o tomando el sol , pero poco más, no me llamaba la atención.
Este verano, fruto de una mala experiencia con Ryanair y la suspensión del vuelo de nuestras vacaciones, opté por acudir, uno de esos días libres a la piscina.
¿Qué hago hoy, con el calor que hace?, Pues a la piscina y de repente lo ví todo diferente. Pasé la mañana metido en agua como un garbanzo, tumbado en una hamaca leyendo, mirando el móvil y descansando, chorros de agua, natación , sauna…. será que me estoy haciendo mayor, pero lo disfruté mucho.
Así que desde entonces, cada vez que puedo, voy y he de reconocer que salgo nuevo , con más ánimos. Vaya que hasta me he abonado.
Guardadme el secreto, que como humano , soy egoísta y no quiero que se llene. (JAC)
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