Se ha fijado el 31 de enero de 2024 como fecha límite para la salida.

La regresión del litoral del Delta del Llobregat y su afectación a la salida de embarcaciones del centro municipal de vela que «provoca riesgos tanto en las operaciones del personal como en la salida de abonados» es la razón principal por la que el Ayuntamiento ha comunicado a los propietarios de embarcaciones a motor que deberán abandonar el Centro Municipal de Vela.
La salida tiene como fecha máxima el 31 de enero de 2024 , según se ha informado en la reunión que se ha convocado esta tarde en el mismo centro por parte de responsables municipales y de la Federación Catalana de Vela.
Con la decisión en el centro quedarían únicamente las embarcaciones de vela.
Los convocantes han informado a los asistentes que se han intentado sin éxito diversas medidas como la construcción de una rampa de hormigón o requerir a las administraciones responsables, Generalitat y estado, para que se tomen las medidas que permitan recuperar el litoral pratense.
Esta regresión marítima se produce desde el desvío del Llobregat y la ampliación del puerto y no parece que la aportación anual de tierra que se realiza sea suficiente para frenarla.
Los usuarios afectados han manifestado su sorpresa e indignación por la medida asegurando que con tan poco tiempo no les va a dar tiempo a organizarse y que se verán obligados a malvender sus embarcaciones.
Además afirman que «hace alrededor de 14 años , cuando debido a la regresión de la playa nos trasladaron al Centro Municipal de Vela, nos informaron que sería una ubicación definitiva».
Los afectados también han manifestado que «si una empresa tiene problemas de riesgos laborales ¿que se hace, se cierra la empresa o se arregla el problema?, pues aquí han decidido cerrar la empresa » .
Sea como fuere no parece que el cambio de uso del espacio del Centro Municipal de Vela se vaya a llevar a cabo sin polémica.
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